En la calle, en la tarde, te me has aparecido.
Y creí ver el hada del casco refulgente
Que cruzaba mis éxtasis de niño preferido,
Dejando siempre, de sus manos entrecerradas,
Nevar blancos racimos de estrellas perfumadas
Mallarmé
No hay nada como Caín y Abel, pero también hay que ser realistas y elegir el bien xd... Por otro lado, supongo que debo caer en mis ensoñaci...
No hay comentarios:
Publicar un comentario